Nacieron como grupo hacia finales de 1969 en Birmingham. Eran melenudos y se les notaba la experimentación con las drogas fuertes. Fungía como un cuarteto clásico: bajo, batería, guitarra y voz. Su primer disco se tituló Black Sabbath, igual que la banda. Un ambiente sombrío y unas campanadas de ultratumba mezclaban lo religioso con la oscuridad, y casi les cuesta la excomunión por parte del Vaticano al percibir rasgos satánicos en su música. En El hechicero, un mago esparce su sabiduría convirtiendo en realidad los deseos de la gente; su relación con la literatura fue tácita, se inspiraron en Gandalf, aquel misterioso personaje de El señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien. Sorprendía la voz aguda y disonante del cantante, un tal Ozzy Osbourne, y la guitarra trepidante de un hombre de rostro grave llamado Toni Iommi.
Allí nació el “rock pesado”, que años después fue reivindicado por la tribu de los metaleros. Luego vino el álbum Paranoid, de corte sicológico. Allí se destaca la canción War Pigs, una protesta contra la guerra de Vietnam, en la cual unas tenebrosas sirenas anuncian la muerte y la destrucción. La adolescencia precoz era un cultivo para la rebeldía y los nuevos sonidos contemporáneos. Gustavo Arenas, el ‘Doctor Rock’, presentaba un programa, Aquí desde la madre tierra, en Radio Latina, y con arengas críticas daba a conocer a los bogotanos bandas que cambiaron la mentalidad cultural de aquellos días.
La Gran Bretaña era un increíble laboratorio musical, y simultáneamente estaban en acción Jethro Tull, Led Zeppelin, Pink Floyd, The Who, los Rolling Stones, Genesis con Peter Gabriel, Yes, entre otros grupos. Y en EE. UU. florecían The Doors, Grand Funk, Frank Zappa y los inmolados Jimi Hendrix y Janis Joplin. Fue el periodo dorado del rock, cuyos protagonistas son considerados los clásicos del género. Black Sabbath siguió su ascenso musical y produjo un extraño álbum de corte sinfónico titulado Sabotage. Un punto alto lo alcanzaron en Sabbath Bloody Sabbath, en el cual participó el teclista Rick Wakeman. En 1979, Ozzy es separado del grupo e inician una etapa con el extinto cantante Ronnie James Dio, quien se lució con Heaven and Hell.
Hoy, en Bogotá, se vuelven a reunir tres integrantes originales: Ozzy, Iommi y Butler. Se sospecha una cita con la nostalgia y una descarga eléctrica sin límites.
Autor : Alfonso Carvajal.
Agradicimiento: Al periodico El Tiempo.
Agradicimiento: Al periodico El Tiempo.
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